Cuando se conocen, Pit y Pat se vuelven rápidamente inseparables. Juntos se ríen, juegan... en definitiva, se entienden muy bien. Pero poco a poco, cada uno empieza a echarle la culpa al otro, ya no están de acuerdo y, a menudo están furiosos. Y poco a poco, se instala una cosa que todos conocemos: el mal humor, que crece, crece... y de repente, los separa.
Después El cazo de Lorenzo, un delicado álbum sobre la diferencia, Isabelle Carrier continúa su exploración de los sentimientos con esta historia muy justa y llena de humor, ilustrada en la misma línea que El cazo o Detrás del muro. Los dibujos y la simplicidad del texto son todo un acierto ya que por supuesto, Pit y Pat sabrán encontrar una solución con mucha sabiduría.