«Os corresponde a vosotros, amigos de España -país en el que la diversidad de las culturas es mundialmente reconocida-, ciudadanos del mundo, a cada uno de vosotros individualmente, y a todos colectivamente, encontrar las pistas a través de las cuales la "internacional ciudadana" podrá dotar de vida este siglo. No para lograr el mejor de los mundos, sino un mundo viable.»
Stéphane Hessel, cuyo alegato contra la indiferencia contribuyó a desperezar las conciencias de miles y miles de indignados, proclama en ¡Comprometeos! la necesidad de comprometerse, desde la exigencia ética individual y con rechazo explícito a toda violencia.
A través de una vibrante conversación con Gilles Vanderpooten, desde los casi setenta años que los separan, Hessel propone medios a los jóvenes para la acción contra las injusticias, los abusos del poder del dinero y el atropello de los derechos humanos, y apela, por encima de todo, a evitar la tentación del derrotismo.
«Resistir —afirma Hessel— no supone simplemente reflexionar o describir. Es necesario emprender una acción.» No cabe otra alternativa que comprometerse y actuar, siguiendo el ejemplo vivo, apasionante y tenaz de Stéphane Hessel, una de las figuras que mejor ha conectado con las inquietudes de esta segunda década del siglo XXI.