¿Cómo se desafía al destino cuando los demás
parten con ventaja? ¿Cómo se puede hacer saltar
por los aires el límite superior de nuestro máximo
rendimiento? ¿Cómo encarar la vida cuando la
excelencia no es suficiente?
La respuesta no está en la cabeza sino en el corazón:
atender a lo que queremos y no sólo a lo que
pensamos. La cabeza analiza y en cambio el corazón
alberga nuestros deseos más profundos, que son los
que realmente nos hacen actuar. Y es que aunque el
talento es necesario, aquello que nos hará alcanzar
grandes retos, tras sobreponernos a los fracasos, es el
corazón.
Xesco Espar tiene claro que para llegar a la excelencia
es necesario formarse, pero para traspasarla, hay que
transformarse: afrontar cada problema como un reto,
una forma de crecimiento, un desafío. Con ejemplos
extraídos de su experiencia como entrenador
profesional de balonmano y de su particular forma
de entender la vida, Espar nos muestra cómo la vida
castiga duramente a los que sólo hablan, fingen o
pretenden y en cambio colma de recompensas a los
que actúan, se transforman y crecen..., a los que la
juegan con el corazón.