Aprendió árabe. Se convirtió al Islam. Se infiltró en las redes del terrorismo internacional
El nacimiento: tras estudiar árabe, convertirse al Islam y crearse una nueva identidad en Yinín (Palestina), Salas —ya Muhammad Abdallah— sufrirá en carne propia la persecución islamófoba que azota Occidente tras el 11-S y los atentados de Londres y Madrid, vivirá desde dentro la crisis de las caricaturas del profeta Mahoma y las críticas hacia el uso del hiyab.
La educación: ya integrado en la Umma, es adiestrado en la lucha armada en los mismos campos de entrenamiento de Venezuela donde los terroristas vascos, la guerrilla colombiana o los muyahidín aprendieron a matar.
La madurez: ETA, Hizbullah, FARC... Durante los últimos seis años, Antonio Salas ha tenido la oportunidad de conocer, convivir y entrevistar a algunos de los más conocidos terroristas internacionales: el Chacal (del que llegará a ser webmaster y mano derecha), Arturo Cubillas, Leyla Khaled,... Se ha empapado de su entorno, ha visitado los pueblos donde nacieron, los ha comprendido, ha intimado con ellos...
Las respuestas: a lo largo de esta infiltración, Antonio Salas ha visto tambalearse muchas de las informaciones que daba por ciertas. De Isla Margarita a Caracas y la frontera colombo-venezolana, siguió la pista de los supuestos lazos entre Hugo Chávez y el terrorismo de ETA, las FARC y Al Qaida… y comprobó que no todos eran ciertos.
Desde las modernas ciudades europeas a los áridos desiertos africanos o el Próximo Oriente, pasando por las selvas de América Latina, Antonio Salas traza la anatomía del terrorismo internacional. Un libro valiente, una investigación exhaustiva, unas revolucionarias conclusiones.