Los textos de este libro, cartas, entrevistas o artículos, aparecieron a partir de 1992 en publicaciones diversas, desde la NRF hasta Paris Match, 20 Ans o Les Inrockuptibles. Ya no estaban disponibles. En ellos se habla de arquitectura, de filosofía, de la fiesta, del feminismo, de la rehabilitación del macho francés, reaccionario y falócrata, de la estupidez de Jacques Prévert o incluso del indigesto Alain Robbe-Grillet... Recorrido estrepitoso que dibuja una reflexión de una coherencia y exigencia agudas. El resultado es implacable: «Nos hemos divertido mucho, pero la fiesta ha terminado. La literatura, en cambio, continúa. Atraviesa períodos huecos, pero después resurge.» «Las luchas de Houellebecq son fundamentales, necesarias, dan una visión del arte y de la sociedad» (DNA). «Michel Houellebecq es a veces gracioso, a menudo inteligente, siempre definitivo» (Paulin Césari, Le Figaro). «Imprescindible leerlo» (Les Inrockuptibles).