Además de "enfant terrible" de la cultura norteamericana, Sam Shepard (1943) es un dramaturgo, autor de algunas de las más influyentes obras de la historia reciente del teatro norteamericano. Todas ellas encierran una vocación experimental, que se concreta en un lenguaje rítmico e hipnótico, unos personajes impredecibles, un argumento con rumbos insospechados y una escenografía alejada del realismo convencional. Esta obra es la primera editada sobre el dramaturgo en nuestro país, y en él se exploran los antecedentes de su producción, se esbozan las exigencias que ésta plantea a los actores y al espectador, y se analizan sus títulos más importantes para entender el alcance y las limitaciones ideológicas de un teatro que ha sabido revitalizar los valores más arraigados del imaginario norteamericano.