Los jardines japoneses transmiten a todo aquel que tiene el placer de contemplarlos sensaciones de tranquilidad, armonía y comunión con la naturaleza.
La simplicidad aparente de unas rocas o la elegante sencillez de unos guijarros son capaces de capturar la esencia evanescente del Zen y elevar la jardinería a la categoría de arte, de reflexión filosófica. Javier Vives da cuenta de la milenaria historia del jardín japonés, describiendo sus principales características y revelando los significados más profundos y metafóricos de esta expresión artística. El autor nos invita a recorrer más de cuarenta jardines tradicionales y modernos: villas imperiales, jardines de samuráis, templos budistas, casas de té, jardines zen? Todos ellos se erigen como meros intermediarios entre el individuo y su entorno. Son símbolos de un universo mítico y religioso, sobre el que invitan a meditar para encontrar la esencia de una flor, de un árbol o de una piedra.