Tenemos la sensación de vivir en una sociedad en la que la violencia está casi siempre presente en alguna de sus múltiples y variadas formas, como el acoso, la violencia de género y el terrorismo. ¿De dónde surge este potencial agresivo? ¿Somos violentos por naturaleza o por cultura? ¿Hay patologías asociadas a la agresividad, o se trata tan sólo de una cuestión moral? Hasta hace poco, todas las aproximaciones a este tema se hacían desde la sociología y la psicología, y se fijaban principalmente en la educación y el aprendizaje. Sin embargo, los avances en neurociencia, genética y psiquiatría han aportado datos muy valiosos sobre el origen biológico y evolutivo de los comportamientos agresivos y sobre su íntima relación con el funcionamiento del cerebro. Sin menospreciar la importancia del aprendizaje, este libro explora, con un tono divulgativo y ameno, los aspectos biológicos y psicopatológicos de la agresividad humana, y aporta nuevos conocimientos que intentan dar respuesta a una pregunta fundamental formulada reiteradamente a lo largo de la historia: ¿somos realmente una especie violenta?