David Barney, acusado de matar a su riquísima mujer Isabelle, llevaba cinco años absuelto cuando aparece muerto el detective Morley Shine, encargado por Lonnie -el abogado del primer marido de Isabelle- de investigar el caso con el fin de reabrirlo e impedir que Barney se apodere definitivamente de la fortuna de su esposa. Cuando Kinsey Millhone acepta hacerse cargo del asunto, está convencida de que se trata tan sólo de atar unos cuantos cabos sueltos, ya que Shine era un viejo zorro que se las sabía todas. Pero su sorpresa es mayúscula cuando se encuentra con que los archivos de Shine están patas arriba, que su principal informante es de muy poco fiar y que sus testigos niegan haberse entrevistado con él, y, lo que es peor, que todo lo que afirma Barney para probar su inocencia resulta ser cierto. De modo que, si Barney no mató a su mujer, ¿quién lo hizo ? Le tocará a Kinsey descubrir que Isabelle Barney se había buscado a más de un enemigo…