Los click de Famobil, Mazinger Z, el Cinexín, la Nancy, el blandiblú, los madelman, Galáctica, los montaplex, Naranjito, el flash, las huchas Congost, los airgam boys, Spirou, Parchís, los grandes inventos de TBO (del profesor Franz de Copenhague), Pif, V, el auto-cross, el Capitán Trueno extra-color, las Joyas literarias juveniles de Bruguera, el drácula de Frigo, los cómics Forum, de Zinco, Toutain y Norma, los kalkitos, La batalla de los planetas, los peta-zetas, los Masters del Universo, Con ocho basta, el Ibertrén, el Spectrum, el regaliz de palo... todos ellos y muchos más son los objetos, juguetes, chucherías, cómics, series... que pueblan el imaginario de Óscar Lombana y que a sus largos trentaytantos ha sentido la imperiosa necesidad de compartirlos y transmitirnos las sensaciones que le producen.
Y con esta tercera edición resulta evidente que Lombana ha sabido conectar con el lector ávido
por satisfacer sus dosis de nostalgia. Una reedición que cuenta con la novedad de adecuarse a un
tamaño más grande, el mismo que Papel y plástico 2 (Astiberri, 2009) y el que tendrá el volumen
3 con el que concluye la serie, y que ahora se encuentra en preparación.
Papel y plástico comenzó a gestarse el verano de 2006, desde el momento en el que Lombana se puso a apuntar en una hoja todas las cosas que le traían recuerdos agradables de su pasado. La lista terminó ocupando medio cuaderno, así que "únicamente" le quedaba ponerse a buscarlo todo. La ayuda de personas como Mariola Boulandier, de la Librería Totem de Bilbao, y Tomás Pla, del Museo de los Juguetes de Sant Feliu de Guíxols, quienes le ahorraron un montón de vueltas dado que gran parte del material reflejado en el libro ha salido de sus colecciones, se sumó a su notable capacidad de encontrar el rastro del objeto perseguido y alcanzar así finalmente el brillo que atesoran las páginas de este volumen.
Lombana confiesa que ha sido divertido hacer Papel y plástico, "pues yo solía ser el primero en sorprenderme al encontrar algún tesoro perdido, y espero que, modestamente, sirva para transmitir la gratitud de nuestra generación a todos aquellos autores, muchas veces anónimos, que formaron parte de nuestra vida." Deja además preguntas clave en el aire que seguramente serán producto de profundas y sesudas reflexiones por parte de muchos: "¿si cambiabas un airgamboy por dos clicks, ganabas o perdías?".
"Óscar Lombana ha abordado la elaboración de este libro, sin duda, impregnado por el ánimo del acercamiento antropológico-artístico; ha debido sufrir la inmersión en el polvo de colecciones ajenas que requiere una indagación fricoinvestigadora, pero, finalmente, ha optado por transmitir al lector ese deleite agridulce que produce una aproximación nostálgico-festiva, elaborando un producto cuyo consumo, incluso administrado en pequeñas dosis, reavivará recuerdos y anécdotas, animará reuniones sociales y descargará un festín de sensaciones que creíamos olvidadas.
"Mauro Entrialgo