Juan se encuentra cada día con Dani, el vigilante del aparcamiento. Pero Dani es un vigilante muy especial: hace juegos de magia. Juan lo comenta en clase y deciden invitarlo. Y cuando Dani se presenta, vestido como un majo de verdad, deja a toda la clase con la boca abierta. Incluso la maestra queda impresionada. Juan propone, entonces, montar un espectáculo de circo para los padres.