Te ofrezco cien palabras para que las hagas tuyas, para que las uses, les des alas, y así puedan volar. Pero como no quería dártelas secas, con su solo sonido y con la etiqueta de su contenido al lado, he puesto junto a cada una de ellas un fragmento de un texto en donde aparecen, donde las usa un escritor. Así las entenderás mejor, verás los matices de sus alas, y te darás cuenta de que no están muertas, solo dormidas en las páginas de los libros. Te están esperando a ti, a que las aprendas y les des otras compañeras.