Berta está armando barullo con un tambor, y sus padres deciden que lo mejor sería inscribirla en la escuela de música. Allí, Berta aprende a distinguir los sonidos graves de los agudos, a cantar y a hacer música con todo tipo de utensilios. Después de seis meses, la escuela organiza un concurso, y Berta descubre que participar en él tendrá consecuencias inesperadas y muy divertidas para todos...