Aftab, un chico cachemirí, lleva una doble vida. De día, es un adolescente como cualquier otro, lleno de vitalidad y dedicado al críquet, a su familia y a los amigos. Pero de noche, sale a hurtadillas de casa para reunirse con Akram y su grupo terrorista. Akram es un joven experimentado. Aftab lo admira incondicionalmente, está dispuesto a seguirlo hasta el fin del mundo. Y eso le viene muy bien a Akram, que, en efecto, pretende enviar a Aftab al fin del mundo.
La historia, narrada con valentía y una crudeza inédita, es un magnífico exponente de la «ficción realista». Una novela para jóvenes de todas las edades que viven en un mundo donde jugar a «policías y ladrones» ha dejado de ser divertido para convertirse en un juego mortífero.