La familia de David viaja a Egipto. Un misterioso anciano les propone visitar Luxor, la ciudad de los templos, y les recomienda un hostal donde alojarse. Allí no son bien recibidos. Una banda internacional de ladrones de arte ha secuestrado a dos niños con el fin de conseguir piezas antiguas egipcias de sus padres, que las han ido recogiendo de Qurna, el lugar donde viven. David y Sissel, que de nuevo se inmiscuyen donde no deben, también son secuestrados. Los cuatro niños logran escapar y denunciar a los ladrones, que acaban en prisión.