Parece que las cosas no empiezan bien para la familia de David a su llegada a Nueva York: alguien intenta descalabrar al tío William, quien después desaparece misteriosamente, junto a Sissel y su padre. La misma banda con la que se han encontrado en otras ocasiones tiene la intención de acabar con ellos. Por eso, después de secuestrarlos, los cubren de cemento. Gracias a la intervención de David y su madre, y con la ayuda de la policía, son liberados, pero el cabecilla de la banda logra escapar.