Cumpliendo el sueño de su vida, Melkin Womper entra de aprendiz de un pintor magistral, Ambrosius Blenk. Él es hijo de un tejedor de aldea y pronto se ve abrumado por la obra del maestro, su colorido, sus vívidos detalles y sus enormes pinturas. Se asombra especialmente por los colores, porque cuando vuelve a casa es incapaz de encontrar esos colores. "Para tener color en su vida, usted tiene que comprar el Placer, y el Quinto Misterio es quién posee los derechos a tales Placeres." Pronto, Mel y su nuevo grupo de amigos, Ludo y Wren, se encontrarán explorando el mundo secreto que esconden las pinturas y en medio de la lucha por el poder entre el Misterio y el maestro. Para ello tienen que introducirse en los cuadros y pasar a un mundo extraño y donde no hay una mínima lógica. Un mundo de ángeles, laberintos de pirámide, monstruos imaginarios, casas parlantes y, lo más importante, un mundo donde un simple pincel sirve para formar un enormemente original y profundo entramado de fantasía.