Internacionalmente reconocido como ensayista y narrador, Alberto Manguel logra crear en El regreso una alegoría sumamente inquietante, a la vez que lírica, acerca de la inutilidad de recuperar el pasado y los funestos episodios de las dictaduras. Una alegoría con trama novelesca protagonizada por Néstor Fabris, ex militante político que regresa a su país tras treinta años de ausencia, y, al doblar una esquina, se encuentra con una ciudad espectral, fuera del tiempo, que nada tiene que ver con la que conoció. En ella se va encontrando con antiguos camaradas ya muertos o desaparecidos a quienes él intenta explicar por qué se fue, por qué los abandonó, obligado por sus padres, y por qué vive sumido en una densa melancolía.