Tras el prestigio alcanzado con sus anteriores libros de relatos, Manuel Moyano ratifica su calidad con El experimento Wolberg, una colección de cuentos de corte realista, aunque envueltos en la atmósfera de lo irreal y lo excepcional. No en vano, el escritor forma parte de una generación de narradores españoles que, asumiendo su propia tradición, bebe además de la literatura de las dos Américas. Así, recubre con una pátina de humor, mezclando lo trágico y lo jocoso, estas siete historias sobre la condición humana en las que afloran la culpa, la cobardía, la resignación, la fidelidad, la obsesión, la vanidad, la decepción o el espejismo de las ilusiones.