El cazador de instantes, primera entrega de lo que Rafael Argullol denomina su Cuaderno de travesía, es al mismo tiempo una bitácora de pensamiento y un viaje a través de los géneros. Mediante la confluencia de poesía, pensamiento y narrativa, Argullol pone en juego una peculiar aventura a través de la memoria, a la búsqueda del propio mito, de las brechas en el tiempo por las que se libera la profundidad de la vida. Con una perfecta comunión de imágenes e ideas, este libro es un recorrido extremadamente personal que absorbe y deslumbra por su peculiar belleza.