En esta novela, Rafael Argullol transforma la pequeña isla de Lampedusa en la metáfora viviente del mundo mediterráneo, escenario en el que la grandeza y la decadencia se alternan según una lógica implacable. En el interior de este mundo insular, y al mismo tiempo universal, Argullol construye su argumento en torno a una mujer de hermosura misteriosa y a un personaje, Leonardo Carracci, que hace de la curiosidad por lo desconocido su aventura vital. Heredera de la gran tradición europea de las «novelas de formación», Lampedusa es un relato iniciático y mítico que evoca poderosamente la vertiente más inquietante de la pasión humana por la belleza.