El primer libro de Elvira Navarro. Cuatro historias perversas sobre un inquietante personaje femenino.
Aviso de lectura
Clara, la protagonista, da sus primeros pasos en la vida. En el imaginario narrativo clásico, la peripecia vital tiene su inicio, su nudo y su desenlace. Este libro cuestiona y rompe esa secuencia porque la niña o adolescente traza, encuentra y resuelve, como puede, nudos, trampas y desenlaces. No me atrevería a decir que estamos ante una historia de aprendizaje. Es otra cosa: el choque brutal contra una vida que parece tener prisa por hacerse presente. Una escritura casi sobria o severa, aparentemente resignada a dar cuenta de un dolor seco, austero, laico, libre de aspavientos retóricos. Cuatro momentos narrativos que aun sin concesión aparente nos han hecho recordar dos de los mejores relatos de terror de la literatura española de todos los tiempos: Mi hermana Elba, de Cristina Fernández Cubas, y Siempre hay un perro al acecho, de Ignacio Martínez de Pisón (por cierto, si todavía no los han leído no dejen de hacerlo). Estremece pensar que lo que nos cuenta este libro está pasando ahí, a nuestro lado, al otro lado de esa calle por la que paseamos tranquilamente.
Crítica:
«El talento literario es un don natural de esta autora, que ha escrito un primer libro tan clásico como feroz y admirablemente transgresor: la sutil, casi escondida, verdadera vanguardia de su generación.»
Enrique Vila-Matas, El País
«Un libro que, en su despojamiento, pincha, y en su tristeza, perturba. Un libro valiente y sensible que trepana un túnel desde las cortezas, complacientes en su blandura, hacia los subterráneos.»
Marta Sanz, La tormenta en un vaso