Amalfitano, exiliado chileno, nos descubre, a través de la narración, el desencanto político, su amor a la poesía, que como en una paradoja del destino le obliga a abandonar Barcelona tras un escándalo, ahondando en su desarraigada vida. Llega así a la lejana Santa Teresa, donde habitan oscuras historias de mujeres asesinadas, y también Pancho Monje, hijo de la dinastía de las Expósito, u otro joven, Castillo, falsificador de las pinturas de Larry Rivers para venderlas a ricos tejanos. Una novela apasionante y caleidoscópica, lírica e intensa, pero también cómica, desmesurada y mordaz, donde ya está el gran Bolaño de la madurez.