Recién cumplidos los cuarenta años, Edward vive en la cresta de la ola tanto a nivel profesional como personal. Pero a pesar de ello, y contra toda lógica, algo en su interior le advierte de que no es feliz. Esta voz se intensifica día a día, hasta que por fin decide hacerle caso.
Será entonces cuando aparecerán en su vida un indio y una niña enferma que le enseñarán a recuperar la ilusión por la vida. Edward se enfrentará a sus miedos más profundos, seguirá el camino que le marca su corazón y aprenderá a vivir de nuevo con la inexperiencia de quien descubre un universo virgen, plagado de posibilidades, en el que todo es posible y está por hacer.