El cine nos ha dado mucho, estamos en deuda con él. La cocina nos ha dado grandes placeres, estamos en deuda con ella. Utilizando el celuloide como vehículo, Comer con los ojos es un viaje lúdico por el cine y cómo éste nos adiestra a la hora de comer. Sin la existencia del séptimo arte, sin esas películas que nos invitan a viajar por los continentes con un cuchillo, una cuchara y un tenedor en la mochila, no hay duda de que comeríamos, beberíamos y amaríamos de una manera muy distinta