Una interesante explicación de la singular naturaleza de la sexualidad humana en el marco de nuestro pasado evolutivo.
Aunque ya casi nadie duda de que la biología sexual humana es tan distintiva de nuestra especie como la postura bípeda o el cerebro voluminoso, desde una perspectiva no antropocéntrica la sexualidad humana se revela como un auténtico rompecabezas evolutivo. Para el biólogo, las singularidades anatómicas, fisiológicas y comportamentales de nuestra sexualidad constituyen un fenómeno sin parangón en el resto del reino animal que suscita muchos interrogantes: ¿por qué es tan manifiesta la diferencia entre las anatomías masculina y femenina?, ¿por qué se ha emancipado nuestra actividad sexual del ciclo menstrual?, ¿por qué las mujeres experimentan orgasmos comparables a los masculinos?, ¿cómo y por qué han evolucionado nuestros criterios de belleza?, ¿es la homosexualidad innata o adquirida?, ¿es natural la agresión sexual o constituye una perversión cultural?