El cerebro regula la mayoría de las actividades del organismo. Nos convierte en lo que somos, subyace tras las emociones, el pensamiento o la memoria. Las personas mostramos una gran diversidad de conductas, habilidades y temperamentos que parecen hacernos únicos. Esa diversidad tiene su origen en el carácter indudablemente particular que posee el cerebro de cada persona. Interaccionar con el entorno en el que vivimos transforma nuestra conducta y nuestra forma de pensar, al modificar nuestro cerebro.
Hasta hace unos años, la comunidad científica creía que esta capacidad se restringía únicamente al período de desarrollo del sistema nervioso. Fuera de éste, se consideraba que el sistema era inmutable y reacio a la reorganización. Hoy en día sabemos que un cerebro adulto puede cambiar. La experiencia puede alterar el uso que hacemos de la información genética y producir modificaciones de la estructura y del funcionamiento cerebral. Incluso el propio pensamiento, derivado de la actividad del cerebro, puede modificar el funcionamiento de éste.
A lo largo del libro se describirán algunos aspectos sorprendentes de cómo nuestro cerebro es capaz de cambiar. Son los grandes prodigios del cerebro humano.