Los bienes culturales han sido siempre una de las víctimas principales de las guerras y de los conflictos armados, con independencia de su antigüedad o de su situación geográfica. El pillaje y la destrucción de castillos, templos, lugares arqueológicos, museos, esculturas, pinturas y otros objetos de arte han formado parte de las prácticas bélicas a lo largo de los siglos. Ante la magnitud de las destrucciones de bienes culturales realizadas durante el conflicto en el territorio de la antigua Yugoslavia, se examina cual ha sido el grado de aplicación del Convenio de La Haya de 1954 y su repercusión en las nuevas tendencias que han empujado hacia la reforma del mismo. El conflicto en la antigua Yugoslavia ha marcado una línea de fractura en la tipología de los combates armados ya que uno de los objetivos principales porque forman parte de la propia conciencia del pueblo, son los bienes culturales.