Este libro pretende dar a conocer la riqueza de datos que posee una carta lingüística cuando es desentrañado el caudal de voces que contiene. Y constata cómo la geografía lingüística aporta una información valiosísima a otras disciplinas: lexicografía, semántica, etimología... En este sentido, la autora muestra la manera de analizar mapas de atlas lingüísticos españoles (Península Ibérica, Andalucía, Canarias, Aragón, Navarra, Rioja, Marineros Peninsulares y Cantabria); observa las áreas léxicas de cada término, y estudia una por una todas las voces que contienen los mapas, que son a su vez documentados con otros atlas, con diccionarios generales, con vocabularios regionales, con obras etimológicas...