El Berlín reunificado entra en el siglo XXI con 3,3 millones de habitantes y una nueva etapa de febril reconstrucción, en esta ocasión para borrar las cicatrices del Muro, cuya máxima expresión es Potsdamer Platz, resurgida de la nada como bastión de multinacionales. Desde 1990 en lo que fue Berlín-Este se han remozado y acondicionado museos y teatros, ha resurgido el emporio comercial de Friedrichstrasse, ha reaparecido en Mitte el glamour del Berlín de los años 20 y Prenzlauer Berg se ha convertido en el sector de saneamiento urbano más extenso de Europa, auspiciado desde Bruselas. También en Berlín-Oeste, donde en un principio pareció perderse el compás de los tiempos, se han erigido nuevos edificios que tratan de recuperar la importancia que City-West y Ku'damm tuvieron durante los años de división de la ciudad y se han remodelado extensos sectores en Wedding, Moabit, Spandau...
El Gobierno Federal ha trasladado su residencia provisional desde Bonn a las flamantes instalaciones del Band des Bundes, en pleno Tiergarten. Es posible que para el visitante no sea fácil entender las claves de este aparente caos, en el que numerosos edificios han sido devueltos a sus antiguos propietarios y muchas reformas sólo han podido ser acometidas cuando la propiedad estaba asegurada. Se calcula que el coste total de las obras, cuyo final está previsto para el año 2010, será de más de un billón de euros.