He aquí un enfoque práctico y positivo de la educación de los niños y adolescentes, que puede ayudar a que muchas familias se liberen de las tensiones y sean capaces de convivir pacíficamente en un ambiente sano y equilibrado. En efecto, Martin Herbert proporciona un esquema de reglas a la vez firmes y comprensivas con el fin de que padres e hijos elaboren sus propias orientaciones y formas de control común. En este sentido, el autor promueve la disciplina como algo útil y necesario: una mezcla de orientación, cooperación y protección sin la cual los niños no pueden crecer de la forma adecuada, y los padres se ven abocados a la indecisión y al fracaso; pero también un proceso educativo que debe aprenderse minuciosamente, que debe incluir el autocontrol y la negociación para que el buen comportamiento generado valga realmente la pena.
Basándose en experiencias recopiladas durante los años que trabajó con grupos familiares, Martin Herbert aplica sus ideas a niños de todas las edades, prestando sin embargo una especial atención a las preocupaciones de los padres de adolescentes y a la influencia de la televisión.
Con todo ello, acaba consiguiendo un libro tranquilizador, sensato y, por encima de todo, útil.