Durante el siglo XVIII, Murcia ofrece un ejemplo singular tanto de la implantación de las corrientes ilustradas en la educación de nivel universitario como de los conflictos locales surgidos por el control de dichas enseñanzas.
Durante ese periodo, Murcia tuvo en el Seminario de San Fulgencio uno de los centros más destacados en la difusión de las nuevas corrientes ideológicas y de pensamiento en la España de la Ilustración. Sin embargo, no contó con Universidad, pese a haber existido tal proyecto y haber dispuesto con el suficiente apoyo gubernamental para llevarlo adelante, precisamente sibre el Seminario fulgentino. Las razones de la pérdida de tal oportunidad residen en la oposición planteada frente al Seminario por las instancias locales, representadas por las Órdenes religiosas, el Ayuntamiento y la Inquisición. Estudiados los aspectos intelectuales en anteriores trabajos del autor, en el presente libro se analizan las bases materiales y educativas de tal conflicto. Así, tras efectuar un panorama general de las instituciones dicentes murcianas, el núcleo de la obra lo constituye el análisis de la evolución de la oferta y la demanda educativa en al capital del Segura durante el Setecientos, con el fin principal de revelar bajo una adecuada luz la magnitud de los cambios institucionales y educativos sobre los que se desarrollaron las polémicas ideológicas. Igualmente, se siguen detalladamente los avatares exoerimentados por una cátedra de matemáticas establecida en la Real Sociedad Económica de Amigos del País y, finalmente, se estudia el desarrollo de una revuelta estudiantil ocurrida en 1804 que alteró la vida ciudadana, sembró la inquietud en el gobierno de la ciudad y fue aprovechada como un elemento más en la involución ideológica que se produjo a comienzos del siglo XIX.