En abril de 1939, los responsables de la aviación franquista, italiana y alemana, podían estar satisfechos de la tarea que habían hecho. Una parte de los objetivos que el otoño de 1936 se marcaron los mandos franquistas, con el asesoramiento de militares alemanes e italianos, fueron logrados a lo largo de los casi tres años de guerra. El País Valenciano fue un objetivo prioritario de la aviación fascista desde los primeros meses de la guerra. El hecho que era por los puertos valencianos por donde llegaba la ayuda militar proveniente de la Unión Soviética y que las vías férreas fueran el camino por donde transitaba la mayoría de la ayuda militar que se dirigía a Madrid, es lo que explica los primeros bombardeos. Después estos se intensificaron y, a los objetivos militares, se añadió el de provocar el terror entre la población, para lo cual tenían que causar víctimas entre la población civil.