Esta crónica y dietario, que es ambas cosas, ha sido considerada una de las más interesantes del siglo XV valenciano. El siglo de oro de la literatura no fue, aun así, una época que produjera obras historiográficas de gran altura en la Corona de Aragón, contrariamente al que había sucedido en la centuria anterior. En este contexto, todavía adquiere más relevo, puesto que se trata de una crónica general de los reyes de Aragón y, con una intencionalidad especial, de los monarcas de la dinastía Trastámara del siglo XV, pero a la vez es también un dietario de la ciudad de Valencia. El autor, un escritor eclesiástico, se centra en los reinados de Alfonso el Magnánimo y de Juan II, y aporta una abundante fuente de informaciones, a menudo coloreadas y sorpresivas, sobre la vida cotidiana de la ciudad de Valencia en uno de los momentos más brillantes de su historia.