A veces los niños se ven obligados a practicar un deporte porque sus padres se empeñan en ello. Esto parece ocurrirle al protagonista de este relato humorístico en el que verás cómo un muchacho se resiste, sin éxito, a practicar el deporte al que su padre le apunta: el judo. Lo más divertido del libro es escuchar al protagonista contar su experiencia en relación con las primeras clases, el conocimiento de las normas y su resistencia a seguir algunas de las instrucciones dadas por el profesor. El lenguaje coloquial que utiliza el autor, intentando reproducir cómo hablan los jóvenes, el reflejo de sus preocupaciones y los primeros amores adolescentes resulta divertido y hace que el libro se lea con una sonrisa en los labios.