"En uno de aquellos paseos se le presentó el repartidor de sueños". Así comienza una de las narraciones que Fernando Alonso relata en este libro. En la primera de ellas, Jon Larrea pasea por las galerías de arte de Manhattan cuando se percata del beso que ha recibido. Poco después Gorka y Jaione se encuentran entre los ocres del atardecer de Hayde Park. En otro lance, Olatz recibe por correo una caja de nubes, mientras los guerreros cantan a la luna. Veinticuatro historias diferentes, sugerentes y completas. Fernando Alonso se columpia entre la poesía y la prosa, para ofrecer un exquisito ejemplo de crónica urbana.