El aventurero Chichikov, ávido por aumentar su riqueza, recorre varias regiones de Rusia para adquirir un elevado número de almas muertas, es decir, para hacer pasar a su lista de propiedades nombres de siervos muertos, cuya defunción no ha sido constatada todavía por las autoridades oficiales.
La novela se nos ofrece como un profundo estudio psicológico de caracteres rusos, de todas las clases sociales, desde el más humilde siervo al más influyente funcionario. Narrador extraordinario y de una fluidez humorística cautivante, Gógol nos persuade de que para toda persona hay fijado un destino insospechado y que, hasta en la vulgaridad, pueden hallarse valores que, a manera de principios, deben convertirse en posibilidades, si no evidentes, indiscutibles a la larga.