En esta narración obsesiva, un bibliotecario señalado por el dedo de lo canallesco recuerda los pormenores de su relación tempestuosa con su mujer, Verónica, y todo el entramado de celos, desconfianzas y argucias que ella despierta en su personalidad hostil, maquiavélica e infiel. A través del relato interior de los hechos, el lector transita por los vericuetos insospechados de la mente, esa inhóspita cárcel donde a veces se instala el hombre para no salir jamás.
"Monólogo de un canalla", la segunda novela del autor, retrata el modo como un hombre culto y sin embargo despiadado es capaz de cometer las mayores atrocidades.
Juan Manuel de Prada ha escrito acerca de este joven autor: "Si por algo destaca y se significa la pluma de José Ángel Barrueco, más allá de sus arrolladores modales narativos, es por su especial sensibilidad para escuchar los acentos más sutiles de las almas atribuladas, para la captación de psicologías tortuosas. De nota una madurez expresiva incesante."