¿Quién es Aníbal Quevedo? ¿Un loco, un caballero andante de la revolución o uno de los intelectuales comprometidos más importantes de la segunda mitad del siglo XX? Mezcla de novela política y de aventuras, de crítica del mundo intelectual y de farsa estructuralista, El fin de la locura es ante todo una cruel metáfora sobre el destino de la izquierda, el apasionante relato del derrumbe de la utopía revolucionaria.
El periplo de Aníbal Quevedo, psicoanalista mexicano, se inicia en el París de mayo de 1968 y se prolonga a lo largo de más de veinte años hasta su regreso al México de Carlos Salinas de Gortari y el triunfo del neoliberalismo, donde conocerá a Rafael Guillén mucho antes de que éste asuma la personalidad del subcomandante Marcos, padecerá la seducción del poder y se verá arrastrado en un escándalo que pondrá fin a su locura. En medio, innumerables aventuras que lo relacionarán con algunas de las figuras más importantes del pensamiento francés —Jacques Lacan, Louis Althusser, Roland Barthes y Michel Foucault— y que lo llevarán a sumarse a la Izquierda Proletaria, a viajar a Cuba para recibir entrenamiento guerrillero, a psicoanalizar a Fidel Castro y a viajar con él a Chile para entrevistarse con Allende, y a convertirse en crítico de arte y en escritor de culto.
Tras su consagración internacional con En busca de Klingsor (Premio Biblioteca Breve 1999), Jorge Volpi demuestra de forma absolutamente brillante que una novela inteligente puede ser apasionante y divertida.