Veinticinco años atrás, cuatro estudiantes, amigos desde la infancia, hallaron el cuerpo de una joven que había sido asesinada. La policía consideró que eran los únicos sospechosos, pero no se encontró más prueba que les pudiera inculpar que la sangre que manchaba sus manos. A pesar de los interrogatorios a los que fueron sometidos, a pesar del acoso de la prensa y de sus vecinos, el caso se cerró sin resolverse. Ahora, dos de los ya no tan jóvenes amigos han muerto en circunstancias poco claras. Sólo quedan Alex y Tom. Temiendo que lo que parece ser una venganza se cierna también sobre ellos, ambos harán lo posible por descubrir quien se esconde tras las muertes.