Hace algunos años, Kamryn Matika y Adele Brannon pensaban que su amistad era indestructible, hasta que Adele hizo lo impensable y se lió con Nate, el prometido de Kamryn. Este hecho podría haberse perdonado y olvidado, de no ser porque Adele quedó embarazada y tuvo una hija de Nate. Como era de esperar, al descubrir el engaño, Kamryn se prometió a sí misma no volver a verlos. Pero cuando uno cree haber dejado atrás el pasado, éste siempre está dispuesto a volver. Un día, Kamryn recibe una carta de Adele en la que ésta le pide que la visite en el hospital. Adele se está muriendo y le ruega a Kamryn que adopte a Tegan, su hija. Ahora que tiene un trabajo magnífico y una vida social tan ajetreada, lo último que Kamryn necesita es una niña de cinco años que venga a alterar su existencia, sobre todo cuando esa niña le recuerda a Nate. Pero nadie más puede hacerse cargo de Tegan, y Adele está cada día más débil, de modo que Kamryn no está en posición de elegir. Al menos no lo está si quiere seguir concibiéndose a sí misma como un ser humano. Es así como una muerte será el comienzo de una nueva vida, un camino siempre tortuoso pero que puede llevar a Kamryn no sólo hacia el perdón, sino al descubrimiento de una nueva mujer dentro de sí, capaz de dar y recibir un amor como nunca antes había tenido.