Lírica y obscena, conmovedora y tremendamente divertida, "El hombre de mazapán" es una obra escrita con el virtuosismo de un Joyce, la potencia de Henry Miller y el desenfado de un Rabelais y forma parte de las lista de "Las mejores 100 novelas del siglo XX" elaborada por la Modern Library.
En el personaje de Sebastian, alias Hombre de mazapán, Donleavy ha sabido crear un tipo inolvidable. Irresponsable, sucio, seductor, embaucador y pobre de solemnidad, este americanoirlandés extraviado en la vieja patria que se tambalea desde el pub a la casa de empeños, murmurando porposiciones libidinosas al oído de toda muchacha que se le pone a tiro, está empeñado en la búsqueda de la libertad, la riqueza y la fama que siente que le pertenecen. Y, aunque se burla del mundo y de sí mismo, es tan frágil como esos bizcochos con digura humana que se deshacen entre los dedos. La fama de esta novela es tal que ha dado nombre a alguos de los pubs más famosos del mundo.