En La caída de los cuerpos, Maurice Druon continúa el durísimo ajuste de cuentas a la sociedad francesa de la Tercera República que iniciara con la publicación de Las grandes familias, novela con la que ganó el premio Goncourt de 1948.
En esta segunda entrega de la trilogía homónima asistimos a la debacle de la vieja guardia de los clanes Schoudler y La Monnerie. Si el hundimiento del banquero Noël Schoudler retrata el fin de las fortunas amasadas durante el siglo XIX y la codicia de los especuladores que sucumbirán en la crisis financiera mundial de 1929; Urbain de La Monnerie, ciego y octogenario habitante del castillo de Mauglaives, encarna la decadencia de una vieja aristocracia que está a punto de desaparecer. En cambio, nada parece detener el ascenso del arribista Simon Lachaume, un político frío y cerebral, hecho a sí mismo, que no reconoce otros antepasados que «la universidad, las antecámaras de los ministerios, las salas de redacción y los gabinetes de gobierno».
Maurice Druon, digno heredero de Balzac, escribió en la trilogía Las grandes familias el certero retrato, público y privado, de la sociedad francesa de entreguerras.
«Como buen novelista clásico, Druon sabe animar los personajes y describir la decadencia de un protagonista con pocas palabras. (...) se inscribe en una tradición muy francesa (...) del artesanado serio y del trabajo bien hecho.»Joan Daniel Bezsonoff (El Periódico)
«Una excelente oportunidad para recordar la valía de Maurice Druon como escritor.»Jesús Giménez Corbatón (Heraldo de Aragón)
«Un gran caballero de la literatura.»Zoé Valdés