Un sueño marcado por el erotismo y la violencia sirve como presentación de una joven cantante de ópera que
sufre unos dolores psicosomáticos, por lo que inicia una terapia. A partir de uno de los primeros casos de Sigmund
Freud, recreado con talento y perspicacia, germina un intenso relato que oscila entre la atmósfera onírica, el caso
clínico y las visiones de una historia del siglo XX que iba a marcar el devenir de la humanidad. D. M. Thomas crea una
novela de magnetismo creciente, en la que examina un caso particular y lo amplifica hasta llegar a registrar ecos de
los acontecimientos más oscuros de la historia reciente.