Al descubrir que alguien trama su asesinato, Lydia se ve obligada a convertirse en otra persona y huir de los fastos de la realeza y la celebridad. Tras dejar el bullicio de Londres, tiene la sensación de haber encontrado su lugar en el mundo, junto a sus amigos y a su nuevo amor. Su único lazo con la vida anterior, Lawrence, su mayordomo, enferma y Lydia se encuentra a sí misma a punto de tener que aceptar la soledad de sus secretos. Sin embargo, el encuentro casual con un paparazzi amenaza con devolverla a su verdadera identidad.