Uno de los ejes narrativos de la novela, donde la música juega un papel central, es el relato de los meses de tratamiento de María Teresa y su ambigua relación con Mesmer, quien gracias a su método (popularizado como mesmerismo) logra que ella recupere la vista por un tiempo, mientras simultáneamente pierde algo de su talento. Los médicos de la corte -que antes habían intentado en vano curar a la pianista- acusan de farsante a Mesmer, quien se muda a Francia. Unos años después, María Teresa, ya famosa, viaja para dar un concierto en París, donde vive su antiguo médico.