Esta es la historia de cómo evoluciona el instinto, de cómo va surgiendo en un toro que vive apaciblemente en una finca y que un día, por azar, escapa de su corral y es atacado por lo perros de la granja, a los que destroza salvajemente, entendiendo entonces el placer de cornear. El toro pone en práctica la cualidad que le da sentido absoluto a su existencia,
a pesar de que a veces tenga atisbos, aunque sean ligeros y efímeros, de arrepentimiento.