UNA LECTURA ESPLÉNDIDA, OPTIMISTA E IRÓNICA, QUE CELEBRA LA EXPERIENCIA
Bajo unas cejas escrutadoras se esconden los agudos ojos azules de Diana Athill, quien a los setenta y cinco años y jubilada como editora, emprendió una nueva carrera como escritora. En sus memorias, esta nonagenaria perspicaz, que confiesa que el día que cumplió ochenta y dos años fue el más feliz de su vida, repasa con sonrisa pícara algunos de los acontecimientos de su vida, repasa con sonrisa pícara algunos de los acontecimientos de su vida, a la vez que reflexiona sobre la religión, la soledad, el amor o o sus preferencias de lectura. Estas enérgicas viñetas se alejan de la melancolía y la tristeza para convertirse en un íntimo canto a la vida, una valiente exploración poco convencional de los límites de la existencia, de lo que significa realmente estar vivo
GANADORA DEL PREMIO COSTA Y DEL CÍRCULO NACIONAL DE LA CRÍTICA DE ESTADOS UNIDOS.