Una noche de invierno, el camión de Mark Shluter vuelca en un tramo desierto de carretera en Nebraska. Una llamada anónima avisa del accidente y Mark es trasladado al hospital, donde, después de un diagnóstico inicialmente optimista, entra en coma. Karin Shluter, que ha pasado toda su vida intentando escapar de su ciudad natal, vuelve a toda prisa para cuidar de su hermano. La primera noche descubre una nota manuscrita anónima con un extraño mensaje: «No soy nadie, pero esta noche en la carretera North Line, Dios me ha conducido hasta ti para que pudieras vivir y traer de vuelta a alguien más». Las causas del accidente no están claras y los únicos testigos son medio millón de grullas que se detienen en las márgenes de río Platte durante sus vuelos migratorios...Cuando Mark despierta del coma, los médicos le diagnostican el síndrome de Capgras, un trastorno que hace que crea que su Karin no es su hermana sino una impostora. Desesperada, Karin pide ayuda a Gerald Weber, un célebre neurólogo de la Costa Este, que acepta visitar a Mark. Mientras tanto, este, provisto únicamente de la nota anónima, intenta averiguar qué pasó la noche de su inexplicable accidente. ¿Quién es el autor de la nota? ¿Cómo se explican los tres juegos de marcas de neumáticos que hay en el lugar del accidente? ¿Vio Mark algo que no debía aquella noche en la carretera? ¿Qué tienen que ver las grullas con su accidente?..En El eco de la memoria, Richard Powers despliega, con perfecto sentido del ritmo, un abanico de pequeños enigmas y cortinas de humo, y, con un trastorno cerebral como pretexto, reflexiona sobre la fragilidad de lo que solemos entender como nuestra identidad...