Como una canción largo tiempo silenciada y que de repente reaparece, la lectura contemporánea de Jesús el Palomo, evoca un ingenuo universo de bajos fondos, ya casi desaparecido, y genera la nostalgia de un mundo menos hostil. La melodía que acompaña la lectura hace revivir un París nocturno y bebedor que dulcemente embriaga al lector contemporáneo al que le hubiera gustado asistir alguna que otra noche al espectáculo de los numerosos cabarés frecuentados por el Palomo, Fernande, Pepe el Bicho y otros seres perdidos de la bohemia y los bajos fondos parisinos de los primeros años del siglo XX.